Crítica de Summer of 84 (Verano del 84). Otra película de adolescentes en los 80 que investigan desapariciones.

Summer of 84 (Verano del 84) es una película muy estándar de estereotipos de los ochenta protagonizada por adolescentes. Su trama se resume en que se producen varias desapariciones de jóvenes y unos adolescentes de la zona sospechan de un vecino. Y luego, lo de siempre: van en bici, suena música con sintetizador y aparecen objetos que evocan recuerdos de infancia a la gente que creció en los ochenta (y sobrevivió haciendo la grulla de Karate Kid). Solo falta que los hechos sucedan en Halloween para acabar de redondear el cliché. Y, claro, han desaparecido adolescentes y son unos adolescentes los que investigan los casos, como en It y Stranger Things, sin ponernos a rebuscar mucho. La propuesta ha sido como tirar la pelota a tablero en baloncesto, han ido a asegurar un formato que funciona, ya que puede atraer a los nostálgicos de los ochenta y al público joven actual, pero aporta más bien poco.

Los niños son unos pervertidos de cuidado, hablan todo el rato de tetas, de follar y miran revistas porno. Y, por supuesto, en las casas tienen un cable del teléfono fijo de varios kilómetros, llaman a números que empiezan por 555 y hay fotos de niños desaparecidos en los envases de leche.

Está película dirigida por las personas que dirigieron Turbo Kid (Anouk Whissell, Yoann-Karl Whissell y François Simard) me ha parecido flojita una vez terminada, pero tiene ciertos momentos donde se crea real interés en la trama, aunque duren muy poco y se desinflen. Los personajes no tienen mucha chicha y la trama es bastante simple. Eso sí, cuando quieren jugar con la tensión y meter un ligero componente típico de las películas de terror lo hacen estupendamente, lástima que únicamente lo hagan en un par de ocasiones. La música hecha con sintetizador en estos momentos tensos no queda forzada y es efectiva, pero el resto del tiempo tampoco gana demasiado protagonismo.

¿La recomendamos? Pues si no tenéis nada mejor que ver y os va el rollo de la nostalgia por los años 80 y os gustan las películas de adolescentes que van en bici e investigan cosas, vedla. Pero si no la veis tampoco os vais a perder nada único y novedoso, la verdad. Le damos un 5,75 porque hay momentos donde sí que te llama la atención y aguanta hasta el final sin que te aburras demasiado., aunque la trama no tiene mucha chicha tampoco.

A partir de aquí empieza la crítica con SPOILERS. Vamos a destripar varias cosas. SPOILERS.

La peculiaridad que tiene el film es que el giro en la trama es que no hay giro. En el primer minuto de película ya nos presentan a un vecino sospechoso que está cubierto de tierra porque ha estado haciendo cosas en el jardín e invita a un niño a su sótano y el niño piensa “pues claro que sí, parece una genial idea”. Más adelante lo vemos bebiendo cerveza en el jardín mientras ofrece chucherías a los niños y les observa. Luego lo vemos con una camiseta manchada de rojo utilizando líquidos de limpieza y guantes. Tiene un huerto en forma de tumba en el jardín y observa al niño protagonista con prismáticos desde la ventana. Tiene en su cobertizo una camiseta ensangrentada igual a la que llevaba uno de los niños desaparecidos… No hay giro. Durante toda la película no se duda de que ese hombre sea el asesino en serie. El espectador desea que no lo sea y que aparezca algo nuevo que anime la trama, y eso ayuda a crear interés. Pero eso no sucede y se llega hasta el final en el que se descubre que es él el culpable de los asesinatos de adolescentes. 

Pese a todo esto, el final no me disgusta. Hay una muerte inesperada y el asesino sabe cómo traumatizar a un niño toda su vida, el hombre es bueno en lo suyo. Lo de que las fotos en su salón sean las de los familiares y de los niños que ha matado también está muy bien.

La moraleja de la película es que si no eres un adolescente salido y acosador conquistas a la chica. Aunque es una historia de amor muy rara y forzada. La chica está interesada en el chico pese a descubrirlo espiándola con unos prismáticos mientras se desnuda y haber sido su canguro cuando él era pequeño. Es como que sus padres se van a divorciar y ella se aferra al vecino de enfrente, o algo así. Es muy raro todo.

¿Habéis visto Summer of 84? ¿Qué os ha parecido? Podéis dejar vuestra opinión en los comentarios.