Crítica de Muñeco diabólico (Child's Play) (2019): El muñeco diabólico meets Black Mirror. - Hambrientos de cine

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miércoles, 11 de septiembre de 2019

Crítica de Muñeco diabólico (Child's Play) (2019): El muñeco diabólico meets Black Mirror.

En esta versión pasamos de un muñeco infantil poseído por el alma de un asesino en serie a un muñeco robótico sin filtros de seguridad de ningún tipo que puede aprender para adaptarse a las necesidades de sus dueños. La idea en principio no es mala: adaptar a los nuevos tiempos un clásico del género de terror. Y no ha decepcionado. 

La trama es la siguiente: Una trabajador descontento y explotado desactiva a propósito los filtros de seguridad de un muñeco electrónico para niños que acaba en las manos de una madre que quiere darle una sorpresa a su hijo por su cumpleaños.

Este Chucky, físicamente hablando, es más terrorífico que el original, ya que aparte de ser menos adorable de por sí, realiza unas muecas y gestos bastante inquietantes. A diferencia de la película original aquí hay un desarrollo de personaje no solo en los protagonistas, sino que también en el propio muñeco. Al ser una inteligencia artificial creada para satisfacer a los consumidores tiene la capacidad de retener información y adaptarla para hacer feliz a su mejor amigo humano. Pero claro, al carecer de filtros de seguridad y de moral humana acaba satisfaciendo las necesidades sin interpretaciones sentimentales de por medio, cortando por lo sano. Y poco a poco va forjándose ese carácter maligno. ¿Es acaso el muñeco el subconsciente del niño en ciertos momentos?

Se juguetea de manera breve con escenas gore, cosa totalmente inesperada. El guión sigue una estructura clásica ejecutada de manera correcta con sus acelerones y pausas. El humor en ocasiones te saca de la trama pero en otras encaja perfectamente con el terror del momento, si no se hubiera forzado comedia absurda en ciertos momentos hubiera sido realmente sofisticado.

Y, por cierto, pensábamos todo el rato que Jack Black actuaba en esta película, pero resulta que es un tal Trent Redekop. Es una técnica fantástica para tener a actores en el reparto y ahorrarse su sueldo, pones a alguien que se aparezca mucho y le das pocas líneas de diálogo y arreglado.
En resumen, es una película disfrutable y diferente a la versión original. La recomendamos, nuestra nota es un 6 (★★★).

¿Qué os ha parecido Muñeco diabólico? Dejadnos vuestra opinión en los comentarios.

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